Siempre me he interesado por la carencia o deficiencia de algunos
nutrientes esenciales que encontramos en nuestra enfermedad. Lo que más me preocupa
es la disparidad de tratamientos alternativos que podemos encontrar dirigido a
nuestro colectivo, y eso cuando hablo de especialistas en la enfermedad, porque
la mayoría de reumatólogos o médicos de asistencia primaria no te recetan nada
más allá de analgésicos y antidepresivos. Por ponerme yo misma como ejemplo, me dicen a menudo que no puedo
dejar sin más los tratamientos cuando creo que no me funcionan, sin embargo, considero
que lo que de verdad no podemos hacer es eternizar unos tratamientos que no nos
llevan a ninguna parte.
El tomar más y más sustancias no significa que
vayamos por el buen camino, durante todo el recorrido de esta enfermedad he
llegado a intentarlo con casi todo y reconozco que a veces me he sentido como un conejillo de
indias, utilizada sólo para experimentar, sin tener en cuenta las consecuencias
posteriores. A medida que los productos químicos me producían cada vez más
intolerancia, me he ido volviendo más reacia a seguir utilizándolos.
Me consta que la alimentación es ciertamente
importante en nuestra enfermedad, que una dieta equilibrada, así como
prescindir o añadir determinadas sustancias puede ayudarnos, pero de eso a
tomarnos un arsenal de suplementos vitamínicos, minerales, aminoácidos y complementos
nutricionales, hay un abismo. Por mucho que crea efectivamente que algunos de
ellos los necesitemos de verdad, también pienso que no podemos perder la
cabeza. Intentar atiborrarse de todos ellos a la vez, por ser muchas nuestras
deficiencias, pero sobre todo a las
dosis que serían efectivos en nuestro organismo, es de locura. Aceptemos que no
es un coctel normal, las proporciones deberían ser muy elevadas para que
notemos algo apreciable y entonces se me ocurre preguntar:
¿Para encontrar una ligera mejoría, merece la pena
arriesgarse o malograr órganos que aun no tenemos dañados?
Podrían ser
por ejemplo la sobrecarga de riñones e hígado, además está el hecho de que
nosotros por naturaleza ya somos extremadamente sensibles, nuestro organismo es
muy frágil, sea a nivel inmunológico o
de metabolismo, por ello si lo forzamos en exceso..¿No puede ser peligroso?. El
hecho de que no sean medicaciones convencionales o muchos de ellos estén comprados
en un herbolario no nos garantiza que sean inocuos a la larga.
Me vuelvo a preguntar:
¿Se dispone de alguna estadística de lo que implica
su consumo masivo o durante prolongadas temporadas y a dosis tan altas? ¿Se ha
hecho algún estudio sobre ello?
Aparte de todo lo mencionado estaría el tema económico,
son muy pocos (en los que no me incluyo) los que disponen de un nivel
adquisitivo suficiente para alargar en el tiempo estos carísimos tratamientos,
sin contar con análisis y pruebas
especificas que nos suelen pedir para
control, con mucha asiduidad. Y es que todo alrededor del SFC y la FM parece significar DINERO, DINERO.
DINERO...
Algunos de estos tratamientos alternativos que
habitualmente se recetan, podrían ser los siguientes:
- Ácido Fólico (Vitamina B9)
-Hidroxil B12.B6.B1
-Hidroxil B12.B6.B1
-Acido Escorbutico (Vitamina C)
- Vitamina E
- Vitamina E
-Vitamina D
-Vitamina B-12
-Vitamina B-12
- Omegas (3-6-9) Aceite de Onagra-Aceite de Salmón Omega-3-Aceite
de borraja -Anti radicales libres
-Magnesio
-Selenio
-Zinc
-Zinc
- Q10
- L-Carnitina
- L-Carnitina
-L-Glicina
L-Glutamina
-NADH vita (CO-E1)
-Eleuterococo (ginseng siberiano)
Puricorp
Microflorana
Recuperation
Lactofilus (prebiótico)
Etc…
Naturalmente no se han
tenido en cuenta los medicamentos convencionales,
ya que la lista sería interminable. La
mayoría, por no decir el 100% de ellos, los he tomado yo misma durante un
tiempo, otros, aunque también me fueron recetados, finalmente decidí no
seguirlos. En todo caso y a modo de resumen, decir que no recuerdo haber conseguido mejoría
alguna con ninguno de los tratamientos.
ME HE GASTADO MUCHISIMO DINERO CON PRODUCTOS DE PARAFARMACIAS Y HERBORISTERIAS, PARA VER SI CONSIGO PALIAR MIS SINTOMAS. PERO SIGO EN LA MISMO SITIO DONDE COMENCE. DOLORIDA, CONFUNDIDA Y CANSADA DE ESTAR CANSADA.CADA X TIEMPO ME REVELO Y HAGO EL INTENTO DE DEJAR LOS TRANKILIZANTES Y ANTIDEPRESIVOS, PERO ME RESULTA MUY DIFICIL PASAR EL MONO. SON TANTOS AÑOS QUE ME HE CONVERTIDO EN UNA ADICTA A ESTAS SUSTANCIAS.
ResponderEliminar¡¡EN FIN!! QUE SOLO SE QUE NO SE NADA
Precisamente el tema de las adiciones es muy importante...¿Como es que no se tiene en cuenta el peligro que conlleva ese exceso de medicamentos en nuestro organismo? Eso no puede ser bueno, tanto tiempo, dosis tan altas...Conozco enfermos que ya no son capaces de deshacerse de los parches de morfina... Es duro ¿eh? Y total...¿Para que? Ni eso mejora el dolor, ni los suplementos vitamínicos acaban con nuestros síntomas cognitivos, ni siquiera mejorar nuestra vida social.
ResponderEliminarEste mensaje es para Laura La Villa, antes que nada quiero aclararte que es la primera vez que he tenido que eliminar mensajes de lectores de este Blog, afortunadamente nunca he tenido la necesidad de hacerlo, en este caso he borrado los tres que has enviado, quiero aclararte que este blog no es ninguna plataforma para promocionar productos, me molesta especialmente que se utilice para este fin, tanto el Blog como a los propios enfermos, que sufrimos mucho debido a nuestros padecimientos. Ni siquiera voy a entrar en cuestionar tus palabras, simplemente decirte que me he tomado la libertad de investigar un poco en Internet sobre los productos que promocionas y aunque he encontrado muchas paginas al respecto dejo aquí un enlace donde los tacha abiertamente de fraude. Desde este blog sólo pedimos respeto. No tengo nada más que añadir.
ResponderEliminarLa administradora del Blog. Angeles.
http://sencillamentesimple.wordpress.com/2009/10/27/4life-mas-basura-fraudulenta/