Este es un síntoma habitual de nuestras
enfermedades, se conoce como la imposibilidad de mantenerte de pie mucho tiempo. La postura de cabeza debe estar erguida sobre la columna cervical para una correcta posición que ayude al resto del cuerpo a mantenerse en estado normal, nosotros tenemos dificultad para ello. La inestabilidad produce desequilibrio postural, con el consiguiente mareo o sensación de estar a punto de caer. Síntoma sin duda, molesto e invalidante cuando se hace asiduo en nuestra rutina diaria.
LA INESTBILIDAD ORTOSTÁTICA
Hay factores que agravan la hipotensión ortostática: posición prolongada de pie, fatiga física, ambiente excesivamente caluroso, estado postprandial y alteraciones producidas por cambios del equilibrio hormonal. Se ha estudiado cómo varía el volumen, y nuestra investigación ha demostrado que también se altera la regulación central autonómica de los barorreceptores y de los barorreflejos en general.
Nosotros vemos que 40 a 50% de los enfermos que presentan intolerancia ortostática tiene un antecedente de enfermedad viral. En la clínica Mayo están realizando estudios con búsqueda de anticuerpos específicos para detectar un insulto viral que haya sido responsable. Muchas veces estos pacientes no presentan otros síntomas de neuropatía periférica o, a veces, poseen trastornos finos de la sudoración y de la regulación de vasos venosos pequeños de las extremidades inferiores. Nuestra impresión es que, con mucha frecuencia, esa neuropatía viral afecta selectivamente al plexo esplácnico y determina este pooling y la hipotensión, que puede ser muy dramática.
Tenemos
dos presentaciones diferentes: por una parte, pacientes que desarrollan una
enfermedad viral clara, que en la convalecencia inicial manifiestan una
hipotensión ortostática severa, probablemente por injuria viral directo a los
nervios; esos enfermos han sido tratados intensamente con plasmaféresis y
gamaglobulina con cierto éxito. En otros casos, que corresponde al porcentaje
mayor de pacientes, da la impresión que se produjo un cuadro viral meses antes
(tres, cuatro o seis), y en forma gradual comienza a desarrollarse la
intolerancia ortostática.
Es
muy probable, y se sabe que hay secuencias de DNA de virus neurotrópicos
(adenovirus y ecovirus) que tienen una semejanza con secuencias de DNA de la
estructura de la esfingomielina y sustancias fundamentales de la estructura del
nervio. Es muy factible que se trate de una categoría de insulto
autoinmunitario, más que una neuropatía viral directa. Pero existen los dos
casos y, junto con los paraneoplásicos, son las dos categorías clínicamente más
relevantes en cuanto a frecuencia.
http://www.sfc-em-investigacion.com/viewtopic.php?t=2089&p=11183
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