Los consejos siguientes son simplemente mi propia experiencia.
COMO VIVIR CON DOLOR CRÓNICO
Nada más levantarnos por la mañana, nos enfrentamos a nuestras propias
limitaciones. Levantarnos ya es un esfuerzo. Mi consejo es que te levantes
siempre, si después resulta que ese día estás especialmente débil, te puedes
acomodar en el sofá o si puedes estar sentada mejor aun. Volver a la cama sería
la última opción, sobre todo porque nos acostumbraremos a ello y será una
manera fácil de dejarnos vencer. Me levanto todos los días, sobre todo porque
cuando llevo muchas horas en la cama estoy totalmente contracturada, esa es la
actitud al menos. Pero no forzarnos a estar mucho tiempo de pie, mejor sentado
y estirando las piernas de vez en cuando o caminando un poquito aunque sea
dentro de casa. Si estas sentada o tumbada, intentar cambiar la postura a
menudo. Lo peor suele ser estar de pie parado. Yo suelo aguantar mejor por la
mañana y muchos días por la tarde recurro a la cama porque el dolor y el
cansancio extremo no me dan tregua. Aunque no para dormir, sólo para descansar
el cuerpo y las piernas, sobre todo. Otros dicen que están mejor por la tarde,
ningún enfermo es igual.
No incorporarte de golpe, mejor dejarte caer hacia un lado, apoyar los
pies en el suelo y cuando realmente te sientas seguro, levantarte. Iniciar el
día con unos leves estiramientos dentro mismo de la cama, sentir como el cuerpo
se va aligerando un poco: cuello, manos, pies, codos, rodillas. Todas las
articulaciones. Cada uno sabrá con cuál de ellas debe trabajar más o cuales tiene
más contracturadas al levantarse.
Por la mañana podemos tener sensación de inestabilidad en el momento de
levantarnos de la cama, tener máximo cuidado en no caernos. Primero intentar
que nuestros movimientos no sean bruscos y poco a poco el cuerpo se encontrará
más seguro. El dolor puede cambiar a lo largo del día y como ya sabemos también
de lugar. Igual puedes levantarte con un dolor fuerte en las piernas y pasar a
ser más intenso en la espalda o cualquier otra parte de nuestro cuerpo.
Frente al dolor crónico hay poco que hacer. No ponernos nerviosos pues eso
incrementa la intensidad del dolor al no permitir que se relajen los musculos,
mejorar el dolor si es preciso con una manta eléctrica o con unas bolsitas
calientes. Yo las hago con algunas hierbas naturales, como puede ser el romero,
mezclado con arroz, estas bolsas se pueden poner en el microondas para después aplicártelas,
son muy agradables (cuidado porque se tiene que controlar minuciosamente el
tiempo en el micro). Si tienes a alguien que con mucha suavidad pueda darte
unas friegas en los puntos más sensibles. Mejor si se utiliza un aceite para
masajear. Por ejemplo, aceite romero.
Los baños de agua caliente también nos aliviaran bastante, pero si la
bañera no te cubre por completo mejor que no se utilice, si el cuerpo se te
enfría los músculos quedaran rígidos. Los chorros de la ducha serán más efectivos
entonces.
Sobre todo no forzar las articulaciones con peso, presión o esfuerzos
innecesarios, porque después lo pagaremos.
En cuanto a los tratamientos médicos, no creo que sea algo en lo que yo
deba entrar. Cada uno tenemos el nuestro y sabemos que nos va mejor..Y que no.