Uno de los síntomas que acompaña a
esta enfermedad es el dolor, normalmente afecta a todo nuestro cuerpo,
yo diría que sin ninguna exclusión. Entre estos dolores el de cabeza
es uno de los que más te anulan, al menos es lo que me ocurre a mí.
EL DOLOR DE CABEZA.
Factores desencadenantes de las migrañas
Las causas exactas de las migrañas se desconocen, aunque se han estudiado varias teorías. Actualmente se cree que la migraña es un trastorno constitucional con base genética (aunque no se conoce su modo de transmisión).
Lo que hereda la persona migrañosa es una sensibilidad especial en su estructura vascular y predisposición a que ante determinados estímulos, se ponga en marcha una reacción neuronal y vascular que conlleva la liberación de serotonina y la producción de la crisis migrañosa.
Las causas desencadenantes son difíciles de identificar y diferentes en cada persona pero las más frecuentes son:
Las causas exactas de las migrañas se desconocen, aunque se han estudiado varias teorías. Actualmente se cree que la migraña es un trastorno constitucional con base genética (aunque no se conoce su modo de transmisión).
Lo que hereda la persona migrañosa es una sensibilidad especial en su estructura vascular y predisposición a que ante determinados estímulos, se ponga en marcha una reacción neuronal y vascular que conlleva la liberación de serotonina y la producción de la crisis migrañosa.
Las causas desencadenantes son difíciles de identificar y diferentes en cada persona pero las más frecuentes son:
- Herencia
- Edad
- Estrés
- Cambios hormonales
- Ingestión de alcohol y dieta
inadecuada
- Falta o exceso de sueño
- Factores medioambientales
Herencia:
Una gran mayoría de pacientes migrañosos tienen padres o hermanos con migraña. Aunque la forma de herencia no está totalmente establecida, en algunas formas especiales de migraña (migraña hemipléjica familiar) ya se ha identificado el gen que la transmite situado en el cromosoma 9.
Edad:
Algunos niños padecen migrañas; aunque es menos frecuente. En la infancia la migraña se presenta por igual en niños y niñas (generalmente hijos de madres migrañosas). A partir de la pubertad y debido a los cambios hormonales, se dispara la incidencia de migraña en las mujeres (cinco mujeres por cada hombre).
Estrés y ansiedad:
El estrés emocional o la presión del día a día pueden desencadenar un ataque de migraña en algunos individuos. Es necesario aprender a relajarse, buscar alguna distracción en momentos estresantes. La relajación y la meditación son buenas compañeras para prevenir los ataques migrañosos.
Hormonas:
Las migrañas son mucho más frecuentes en las mujeres debido a los trastornos hormonales que sufren en la edad fértil y debido también a que existen componentes hereditarios que se transmiten por vía materna. Lo más frecuente es padecer una o dos crisis al mes, fundamentalmente en la época de primavera y otoño, y éstas pueden llegar a durar de 4 a 72 horas. Además del intenso dolor de cabeza estas dolencias van acompañadas de otros síntomas como náuseas, fotofobia o vómitos. En menor medida pueden provocar irritabilidad, anorexia, vértigos y mareos. La migraña suele empeorar con la ovulación y la menstruación, así como con la toma de anticonceptivos orales. El embarazo, sin embargo, suele mejorar transitoriamente la migraña y muchas mujeres mejoran extraordinariamente cuando desaparece la menstruación (menopausia).
Ingestión de alcohol y dieta:Algunos alimentos y bebidas pueden desencadenar ataques de migraña. Por ejemplo, el alcohol, especialmente el vino tinto o burdeos; las comidas con glutamato monosódico MSG (una sustancia que se utiliza para ensalzar el sabor de los alimentos); productos que contienen tiramina (sustancia que se encuentra en algunos quesos fermentados); o las carnes en conserva con nitratos.
Falta o exceso de sueño:
La falta o el exceso de sueño también puede desencadenar en un ataque de migraña. Dormir las horas recomendadas (7-8 horas), acostarse y levantarse siempre a la misma hora puede ayudar a prevenir la aparición de cuadros de migraña.
Factores medioambientales:El ambiente que rodea al individuo puede provocar ataques de migraña. Por ejemplo, el tiempo o los cambios de temperatura, las luces deslumbrantes o los fluorescentes, las pantallas de ordenador, los fuertes olores y las elevadas altitudes.
¿Puede la depresión o el estrés causar
migraña?
Muchas condiciones que afectan al comportamiento y al estado de ánimo son más frecuentes en aquellas personas que sufren crisis migrañosas. Puede deberse a los cambios en la serotonina, sustancia química del cerebro. Algunas células del cerebro utilizan la serotonina como una mensajera que está involucrada en el control del comportamiento, la atención, el sueño y el dolor. Si los niveles de serotonina disminuyen, se puede desarrollar un ataque de migraña.
Las personas que sufren ansiedad o desórdenes de pánico desarrollan una extremada sensibilidad de miedo o nerviosismo sin ninguna razón clara. Esta condición puede desencadenar en un ataque de migraña que les incapacite para desempeñar sus funciones en el trabajo o en el hogar. El ataque puede llegar a durar días.
La depresión es un cambio en el estado de ánimo de la persona. Las personas con depresión frecuentemente se siente tristes, solas o aisladas. También disminuye su energía y no disfrutan con las actividades que antes les divertía. El apetito de estas personas también disminuye así como su peso. Suelen presentar trastornos de sueño y sufren insomnio o se despiertan continuamente durante la noche.
El estrés es una respuesta del cuerpo a factores externos que el individuo percibe como peligrosos, perjudiciales o dolorosos y pueden producir un impacto negativo en la persona. Hace miles de años, el estrés estaba asociado con factores físicos. Actualmente, el estrés está directamente relacionado con los problemas emocionales y psicológicos del individuo. Cuando una persona está expuesta al estrés diario el sistema nervioso responde con ataques de migraña que pueden causar efectos muy negativos para el organismo.
Un estilo de vida sano
Un buen estilo de vida es importante para conseguir controlar la migraña. Algunos cambios son muy simples y fáciles de incorporar en la rutina diaria, mientras que otros pueden requerir mayores esfuerzos.
Muchas condiciones que afectan al comportamiento y al estado de ánimo son más frecuentes en aquellas personas que sufren crisis migrañosas. Puede deberse a los cambios en la serotonina, sustancia química del cerebro. Algunas células del cerebro utilizan la serotonina como una mensajera que está involucrada en el control del comportamiento, la atención, el sueño y el dolor. Si los niveles de serotonina disminuyen, se puede desarrollar un ataque de migraña.
Las personas que sufren ansiedad o desórdenes de pánico desarrollan una extremada sensibilidad de miedo o nerviosismo sin ninguna razón clara. Esta condición puede desencadenar en un ataque de migraña que les incapacite para desempeñar sus funciones en el trabajo o en el hogar. El ataque puede llegar a durar días.
La depresión es un cambio en el estado de ánimo de la persona. Las personas con depresión frecuentemente se siente tristes, solas o aisladas. También disminuye su energía y no disfrutan con las actividades que antes les divertía. El apetito de estas personas también disminuye así como su peso. Suelen presentar trastornos de sueño y sufren insomnio o se despiertan continuamente durante la noche.
El estrés es una respuesta del cuerpo a factores externos que el individuo percibe como peligrosos, perjudiciales o dolorosos y pueden producir un impacto negativo en la persona. Hace miles de años, el estrés estaba asociado con factores físicos. Actualmente, el estrés está directamente relacionado con los problemas emocionales y psicológicos del individuo. Cuando una persona está expuesta al estrés diario el sistema nervioso responde con ataques de migraña que pueden causar efectos muy negativos para el organismo.
Un estilo de vida sano
Un buen estilo de vida es importante para conseguir controlar la migraña. Algunos cambios son muy simples y fáciles de incorporar en la rutina diaria, mientras que otros pueden requerir mayores esfuerzos.
· En la dieta: evitar comidas
que puedan provocar migraña, como el vino tinto; las comidas con aditivos; el
chocolate; la cafeina; los cacahuetes, y los quesos fermentados.
· Ejercicio: Hacer ejercicio con
regularidad y moderación. Demasiado ejercicio o demasiado poco puede
desencadenar ataques de migraña.
· Estrés: Evitar el estrés personal y el estrés en el trabajo.
Un nivel elevado de estrés puede causar ansiedad, depresión, pánico, y otras
fluctuaciones emocionales que pueden desencadenar migraña.